El edificio.
La construcción y decoración de la Ermita
marcó un hito, un punto de referencia
para el constante auge de la devoción tanto de las gentes de Soria, como de
foráneos.
Aunque la historia de San Saturio, como ya
hemos tratado en otros post anteriores, goce de gran antigüedad, lo cierto es
que la historia de la propia Ermita no posee tantos años a sus espaldas.
PodrÃa entenderse que comenzó un 27 de
abril de 1649, en Palencia, cuando Don
Fernando de Vega y Acuña cedió el mayorazgo que poseÃa sobre los terrenos de
San Polo a favor de la Iglesia colegial de Soria, con la intención de que sobre
ellos se edificara la nueva Ermita de San Saturio. No fue hasta 33 años
después, en 1682, a la vista del ruinoso estado del templo primitivo y a pesar
de las numerosas reparaciones que se habÃan realizado a lo largo de los siglos
(1519; 1526; 1588; 1596; 1606; 1614…), cuando comenzó a tratarse la idea de
levantar otro monumento de nueva planta y en el mismo lugar. La toma de
decisiones a este respecto se alargó hasta el ocaso del siglo XVII, en 1699, momento
en el que el Cabildo de San Pedro y el Concejo de Soria aceptaron el proyecto
para la construcción de la Ermita actual, presentado por Pedro AjÃn y encargado
posteriormente a Julián de Izaguirre.
Dentro del proyecto de Pedro AjÃn se incluÃa
la condición de que se trasladase al nuevo templo la fachada de la Iglesia de
Nuestra Señora de Calatañazor, en la misma provincia soriana. Sin embargo, esta
acción no pudo llevarse a cabo, ya que la puerta se deterioró mucho al desmontarla
para su traslado.
A lo largo de todo el siglo XIX se encuentran
abundantes referencias en las actas y libros de cuentas alusivas a diversas
obras realizadas en el santuario: retejos, pequeñas reparaciones, atenciones
del santero…
En nuestros dÃas, se han dado importantes
obras de mejora y embellecimiento en la cueva y en la Ermita. Comenzaron en
1943 con motivo del 2º Centenario del Decreto pontificio que concedÃa los
honores litúrgicos y el patronazgo de San Saturio a la ciudad. Con este motivo
se llevaron a cabo varias modificaciones: construcción de verjas para las
entradas a las cuevas, reconstrucción en piedra de gran parte de la escalinata
interior, sustitución de todos los tejados por estructuras metálicas y de
cemento, acondicionamiento de las dependencias destinadas a la vivienda del
santero, iluminación interior y exterior…quizá la más importante fue la
restauración de las pinturas de Juan Antonio Zapata durante 1976 y 1978.
En la actualidad, la Ermita soriana se encuentra en buenas condiciones tanto para ser visitada como a nivel de conservación. Que se mantenga en dichas condiciones depende no solo de la acción y medidas del Consistorio, también de todos aquellos que nos acercamos, con más o menos asiduidad, a contemplar una de las obras más emblemáticas de la arquitectura y del paisajismo soriano.
Si la historia y las caracterÃsticas de esta Ermita os parecen interesantes, pero no diponeis de tiempo para acercaros a conocerla, el portal de turismo de la Junta de Castilla y León ha facilitado una completa visita virtual tanto de los interiores como de los exteriores del edificio:
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