Ermita de San Saturio, Soria

martes, 29 de marzo de 2016

Ermita de San Saturio: el edificio.




 El edificio.

La construcción y decoración de la Ermita marcó un hito,  un punto de referencia para el constante auge de la devoción tanto de las gentes de Soria, como de foráneos.
Aunque la historia de San Saturio, como ya hemos tratado en otros post anteriores, goce de gran antigüedad, lo cierto es que la historia de la propia Ermita no posee tantos años a sus espaldas.
Podría entenderse que comenzó un 27 de abril  de 1649, en Palencia, cuando Don Fernando de Vega y Acuña cedió el mayorazgo que poseía sobre los terrenos de San Polo a favor de la Iglesia colegial de Soria, con la intención de que sobre ellos se edificara la nueva Ermita de San Saturio. No fue hasta 33 años después, en 1682, a la vista del ruinoso estado del templo primitivo y a pesar de las numerosas reparaciones que se habían realizado a lo largo de los siglos (1519; 1526; 1588; 1596; 1606; 1614…), cuando comenzó a tratarse la idea de levantar otro monumento de nueva planta y en el mismo lugar. La toma de decisiones a este respecto se alargó  hasta el ocaso del siglo XVII, en 1699, momento en el que el Cabildo de San Pedro y el Concejo de Soria aceptaron el proyecto para la construcción de la Ermita actual, presentado por Pedro Ajín y encargado posteriormente a Julián de Izaguirre.
Dentro del proyecto de Pedro Ajín se incluía la condición de que se trasladase al nuevo templo la fachada de la Iglesia de Nuestra Señora de Calatañazor, en la misma provincia soriana. Sin embargo, esta acción no pudo llevarse a cabo, ya que la puerta se deterioró mucho al desmontarla para su traslado.
A lo largo de todo el siglo XIX se encuentran abundantes referencias en las actas y libros de cuentas alusivas a diversas obras realizadas en el santuario: retejos, pequeñas reparaciones, atenciones del santero…
 
En nuestros días, se han dado importantes obras de mejora y embellecimiento en la cueva y en la Ermita. Comenzaron en 1943 con motivo del 2º Centenario del Decreto pontificio que concedía los honores litúrgicos y el patronazgo de San Saturio a la ciudad. Con este motivo se llevaron a cabo varias modificaciones: construcción de verjas para las entradas a las cuevas, reconstrucción en piedra de gran parte de la escalinata interior, sustitución de todos los tejados por estructuras metálicas y de cemento, acondicionamiento de las dependencias destinadas a la vivienda del santero, iluminación interior y exterior…quizá la más importante fue la restauración de las pinturas de Juan Antonio Zapata durante 1976 y 1978. 
En la actualidad, la Ermita soriana se encuentra en buenas condiciones tanto para ser visitada como a nivel de conservación. Que se mantenga en dichas condiciones depende no solo de la acción y medidas del Consistorio, también de todos aquellos que nos acercamos, con más o menos asiduidad, a contemplar una de las obras más emblemáticas de la arquitectura y del paisajismo soriano. 


Si la historia y las características de esta Ermita os parecen interesantes, pero no diponeis de tiempo para acercaros a conocerla, el portal de turismo de la Junta de Castilla y León ha facilitado una completa visita virtual tanto de los interiores como de los exteriores del edificio:

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